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Escapada a un paraíso natural

Lacustre Lago Krugger

Elegido como uno de los destinos más hospitalarios del país, Esquel ofrece un paraíso natural para disfrutar en Semana Santa

Desde sus calles es posible comenzar recorridos que permitirán alejarse por unos días de la cotidianeidad y permitirse tiempo desde la calma: un desayuno a pie de montaña, una caminata por la orilla de un lago, una tarde de sauna o una cena especial de sabores locales. Tiempo para tener tiempo y reconectar con lo esencial en Esquel.

La propuesta para Semana Santa tiene una carta que ensambla un mix de paisajes y colores. De texturas y sabores. De aromas que recuerdan, sin estridencias, que la naturaleza abre paso a un mundo de posibilidades, sin exigir nada a cambio.

Si buscan calma y quietud, los animamos a descubrir las actividades que el destino tiene para ofrecer y hacer una mini escapada patagónica.

 

Grounding: conectar con la tierra

grounding esquel

Esquel se ha convertido en uno de los destinos más buscados para quienes desean desarrollar actividades o habilidades relacionadas con el bienestar general.

Desde hace unos años una nueva técnica terapéutica ha comenzado a acercar curiosos e investigadores del Grounding (también conocido como Earthing) en la búsqueda de reconectar con los conceptos naturales, con la tierra y sus virtudes, para mejor el estado de ánimo y la salud de las personas.

La técnica es simple y consiste en dejar que la piel esté en contacto directo con elementos naturales: caminar descalzo sobre la tierra por los verdes sombreados del Parque Nacional Los Alerces o realizar una recorrida entre las piedras que surcan los lagos cristalinos que rodean la zona.

Se trata de una vuelta a los orígenes, dentro de ese ambiente natural, para respirar tranquilos, desconectar la mente y percibir el significado de esa conexión con el ambiente.

Relax, aromas y sabores

Cumbres Blancas

Uno de los lugares para alojarse y disfrutar de sabores auténticos es Cumbres Blancas Allí es posible gozar de una buena estadía y de una rica comida.

La gastronomía local ofrece un abanico inmenso de posibilidades, con recetas y sabores cuidados, secretos autóctonos, y materia prima regional.

El menú especial este año está orientado al risotto con frutos de mar, la paella y la estrella de la casa que es la trucha patagónica con salsa de limón y papas españolasCristian, responsable de la Hostería y Restaurante Cumbres Blancas.

El postre ideal viene en una canasta de merengue, rellena con frutos rojos de la zona, bañada con el mejor chocolate artesanal. Una combinación de texturas, aromas y temperaturas que nos permiten descubrirnos en el placer de compartir una mesa.

Tanto en el restaurante como en la hostería, el trabajo de Cumbres Blancas ha sido la comodidad y relajación de los visitantantes, dentro de ese espacio tan natural.

Además, cuenta con una sala de sauna y espacio de masajes disponibles tanto para los huéspedes como para todos aquellos que deseen agregar terapias y relajación en su paso por  Esquel.

Don Chiquino, un clásico

Lo tradicional y lo patagónico  adquiere su forman en Don Chiquino, simbólico bodegón que desde hace 33 años agasaja a los visitantes que lo eligen por sus platos caseros. Razones sobran para ir previendo las reservas que permitan, con tiempo, asegurarse una mesa.

Las elegidas son las pastas, elaboradas con masa casera, rellenas de salmón rosado o trucha ahumada. Y, como no podía ser de otra manera, en la tierra de las frutas finas, la hora de lo dulces se tiñe de frambuesas y frutos rojos, haciéndole frente a un delicioso volcán de chocolate bien casero o a un brownie de chocolate artesanal.

La Luna, todo el día

La luna

Relajarse también implica no estar pendiente del reloj  y eso en La Luna lo saben. Un resto bar con una propuesta descontracturada, y su cocina abierta durante todo el día.

El concepto de cocina es amplio en todos los sentidos. Los chefs tienen carta libre de inspiración para ofrecer algo distinto cada día. Y los platos a bases de la pesca del día son los más aclamados, entre otras creaciones.

Aquí también es posible acompañar los sabores con un poco de música, disfrutando el café de cortesía de la casa junto a un exquisito volcán de dulce de leche totalmente casero.

Eso sí, en el lugar son pocas las mesas y la atención es muy personalizada, motivo por el cual reservar es la premisa.