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Un blend para celebrar 30 años

Antucura destacada blend

Pasó de ser una editorial a convertirse en una prestigiosa bodega. Hoy Antucura festeja 30 años y su primera vendimia con un blend aniversario

Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Malbec son las cepas que Antucura eligió para ensamblar este blend aniversario con la firma de su enólogo Mauricio Ortíz.

La bodega mendocina lleva 20 vendimias en su haber y 30 años desde su creación. Una empresa ideada por Anne-Caroline Biancheri, quien arribó desde su Francia natal a la Argentina para concretar proyectos. Y vaya si lo logró.

Primero gestó la editorial Caviar Bleu, en el año 1993; luego la bodega en Vista Flores (Mendoza) y también Casa Antucura, la posada que ideó para recibir a clientes y amigos.

 

Antucura significa “piedra del sol” en la voz de aquellos habitantes, bajo la antigua lengua mapuche.

El camino hacia las uvas

La bodega nació como consecuencia de otros proyectos que conectaron a Anne Caroline con Mendoza. De hecho, fue Buenos Aires el lugar que vio a la empresaria francesa crear la editorial. Según sus propias palabras, en un primer momento no pensaba en apostar por Mendoza.

“Mendoza surgió cuando publiqué el primer libro sobre Santiago de Chile. El entonces secretario de Turismo de la provincia, Luis Rosales, me pidió en nombre del Gobierno que hiciéramos el mismo libro para Mendoza”, recuerda.

El compromiso por realizar ese libro hizo se instalara en la provincia cuyana. En esos meses conoció a la persona que se convertiría luego en el padre de sus hijos y decidió hacer su primera apuesta fuerte, quedándose en la provincia.

En esa época, tanto el plan empresarial como el familiar avanzaban y tuvo como objetivo comprar una finca en las afueras de Mendoza, para poder pasar los fines de semana allí con el primero de sus hijos.

Fue clave en esta elección el reconocido enólogo Michel Rolland, amigo de su padre y quien, en ese entonces, estaba desarrollando un proyecto en Mendoza.

“Cuando él venía a Argentina yo lo recibía y él me empezó a hablar del potencial de Vista Flores. Así empecé a mirar y encontré una propiedad de la cual me enamoré. Al inicio tenía muy poco viñedo, un parral de dos hectáreas, pero tenía una vista espectacular a la Cordillera de Los Andes”.

En 1998, Anne-Caroline compró la propiedad que años más tarde se convertiría en Antucura y la bodega que, este 2023, celebra dos décadas haciendo vinos.

La bodega turística

Entre 2000 y 2005, plantaron 100 hectáreas con variedades tintas como Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit Verdot, Cabernet Franc, Sirah y Pinot Noir, con el asesoramiento de Michel Rolland.

Michel me dijo que con la calidad de uva que teníamos era una pena no estar haciendo vinos. Ahí surgió la idea. Pero yo le dije que sabía tomar vinos, no hacerlos, así que debía ayudarme en esa aventuraAnne-Caroline, propietaria de Antucura

Desde el comienzo y hasta la actualidad los vinos se hicieron en el galpón de la finca, que se fue transformando en una bodega y se amplió para sumar una sala de barricas donde recibían a visitantes y clientes que querían conocer el lugar.

Y casi como una consecuencia de ello surgió la idea de armar una posada de lujo con el concepto de una casa para garantizar la comodidad de un hogar a quien pasara por allí. Así nació el hotel en 2005, con habitaciones decoradas de forma diferente y un espacio común para compartir.

El sello Antucura

Si hay una palabra que define a esta bodega no es cantidad sino calidad. Seguramente muchos ni siquiera haya degustado alguna de sus etiquetas pues en las góndolas masivas no las van a encontrar.

Tenés que hacer calidad, porque si no los números no te dan. Si hacés vinos baratos, tenés poco margen y, en Argentina, eso se evapora rápidamenteAnne Caroline. Antucura.

Se trata de una bodega boutique, chica que destaca la materia prima y resalta el terruño con el que ya cuentan. Hoy Antucura es una empresa madura que logró consolidarse en un mundo cada vez más amplio y diverso. El proceso fue largo. Hubo cambios que no fueron fáciles de concretar pero que se hicieron para apostar al futuro.

Desde hace unos años realiza una colaboración con Fecovita y Estancia Mendoza, quienes alquilan la finca y el hotel, unidades que continúan siendo de Antucura S.A. Y existe un aporte grande entre esas partes muy diferentes: una pyme y una cooperativa de cooperativas gigantesca.

Un viñedo cuidado, vinos de alta gama, el trabajo y el respeto por la tierra en forma constante y sostenida. Ese reconocimiento se traduce en la confianza de consumidores que siguen a la bodega desde hace muchos años y validan la calidad del sello Antucura.