Quienes visitan más de una vez las Cataratas del Iguazú suelen deshacerse en elogios. Y no exageran. Mucho menos si el encuentro con las pasarelas que se avistan dentro del Parque, ocurre luego de un año de encierro y cuarentena.
Con gran movimiento turístico argentino, el Parque Nacional Iguazú se ha vuelto a poner de pie. Con casi 70 mil hectáreas de superficie, alberga una de las Siete Maravillas Naturales del mundo: las Cataratas.
Y aunque actualmente sólo se permite un cupo máximo de 2.000 personas por día, cada vez son más los viajeros que se animan a regresar a este destino.
En épocas de mayor caudal. los casi 3.000 m3 de agua son los responsables de brindar un magnánimo espectáculo. El torrente no aturde. Ya estuvimos bastante tiempo en silencio como para que la sinfonía natural resulte un estorbo.
Actividades para disfrutar todo el año
Los protocolos se cumplen al pie de la letra. Cada espacio o lugar común es sanitizado previo al ingreso de cada uno de los grupos visitantes.
El acceso es a través de tickets que se adquieren en forma anticipada y on line. Además, sólo se puede ingresar con alguno de los guías turísticos habilitados por la Administración de Parques Nacionales.
El turismo es la principal fuente de ingreso allí en Misiones. Lejos de los casi 6.000 visitantes por día, en su mayoría extranjeros en época pre-pandemia, hoy se rinde el público nacional ante la Garganta del Diablo y los más de 270 saltos que conforman Cataratas del Iguazú.
Entre el 2 y el 31 de enero la continuidad de nuestro trabajo, es apenas el 8% de lo que se registraba en los meses previos a la declaración de la Pandemia. (Ángel Palma, representante de los guías de Turismo del Parque)
El tren ecológico por la selva es el que conecta las estaciones para acceder a los diferentes circuitos que hay dentro del Parque. Momentáneamente, el Circuito inferior no está habilitado debido a un derrumbe en la zona en octubre de 2020. Además, también es posible adentrarse en diferentes senderos selváticos, ideales para repararse del calor, tomar fotografías y disfrutar mucho más de la aventura.
Los circuitos tienen diferentes grados de dificultad. Sin embargo, si algo tiene el Parque es que se adapta a toda la familia y es accesible para todos, inclusive para aquellos con movilidad reducida. Y como cada guía sólo puede llevar no más de 30 personas en su recorrido, la distancia y el espacio entre las personas, está garantizado.
Dentro del Parque van a encontrar restaurantes, lugares de compra de algún recuerdo selvático. En las noches de luna llena, se ofrece un paseo con una mística asombrosa. Y, por supuesto, diferentes actividades naúticas opcionales, como «La Gran Aventura«, para rendirse aún más ante éste destino desde el cauce del río Iguazú.
Re-descubrir; de eso se trata. De familiarizarse otra vez con el perfume de la selva, acomodarse a la humedad y al rojizo de una tierra que al igual que el resto del mundo, estuvo en pausa. Agradecer el intervalo que, aunque con responsabilidad y protocolos, nos permite pulsar «play» y disfrutar de los viajes en modo natural y responsable.
Requisitos para ingresar a Misiones
+info: www.iguazuargentina.com
